XLIII FESTIVAL NOCHE FLAMENCA ECIJANA

La Noche Flamenca Ecijana surge un verano de 1973. Si bien la ciudad ya había celebrado algún acontecimiento de entidad, como el 15 de septiembre de 1962 su Gran Festival de Cante Grande, no sería hasta esa fecha cuando se consolida con nombre propio La Noche Flamenca Ecijana. Todo nace a raíz de la profunda afición que existe en Écija, convirtiéndose en una de las citas más relevantes, no sólo de la provincia, sino a nivel nacional.

Este año celebraremos su XLIII edición, que cuenta con grandes novedades y que inicia un nuevo ciclo en la era del flamenco astigitano: nos trasladamos a los nuevos tiempos y ampliamos el festival a cuatro días. Un festival centrado en lo académico, en potenciar el talento joven y recuperar la esencia de la población en esta disciplina. Pero, sobre todo, centrado en homenajear a una de las grandes, Fernanda de Utrera. Un reconocimiento en el centenario de su nacimiento a una de las cantaoras por soleá más importantes de la historia del flamenco.  En Écija se dedicarán varios días a la enseñanza de este arte, y se culminará el 16 de noviembre, Día Internacional del Flamenco, con una gala acorde a las nuevas tendencias, para así darle la envergadura y marca que se merece.

Una vez decidimos homenajear a la figura de Fernanda, seleccionamos a los artistas -cantaores y guitarristas- que mejor se amoldaban a nuestros objetivos. Obteniendo como resultado la oferta de un gran abanico de posibilidades estilísticas, lo que aporta un dinamismo y frescura frente a las repeticiones que pueden darse cita en este tipo de festivales. Deseamos poder consolidar y ampliar este formato en los próximos años.

Este Festival que nace de la mano de los artistas que han tenido a bien participar, a través de negociaciones directas y de mucha fuerza de voluntad y entrega, puesto que la gran mayoría estarán con nosotros de forma desinteresada.

Desde aquí mi más sincero agradecimiento a todos los que hacéis posible iniciar una nueva aventura que se ha convertido en un sueño hecho realidad.

FERNANDA DE UTRERA

El 9 de febrero de 1923 nació Fernanda Jiménez Peña, Fernanda de Utrera, hija del alcalareño José el de Aurora y de la Chacha Inés, la de Pinini de Lebrija. Vino al mundo en el número 20 de la utrerana calle Nueva, universidad familiar y parada obligada de las grandes figuras de entonces, donde junto a su hermana Bernarda, encontró el mejor aprendizaje flamenco y la firme convicción de que la valía de su arte se haría más perdurable.

Celebramos el centenario de una de las más geniales cantaoras del cante gitano de todos los tiempos: Fernanda de Utrera. Un merecido tributo a una artista que cuando se templaba para cantar, se acababa todo. Fernanda de Utrera se llevó a la tumba la llave de la soleá y el crujío del cante gitano. Era «justo y necesario» que una artista irrepetible de su talla tuviera el reconocimiento que se pretende. En este 2023 son muchos los festivales flamencos y otros espacios que han dado cabida a su merecida trayectoria. Écija se suma como el último en dedicarle estos días a una de las grandes.

Con motivo del Día Internacional del Flamenco, el 16 de noviembre se hará una llamada al cante desde la Torre del Homenaje de Utrera y nos sumaremos desde nuestra torre de San Juan de Écija a esta llamada por Toná del Flamenco de Fernanda.

El crítico de flamenco y amigo de la agasajada, Manuel Martín Martín, se encargó de glosar su persona. No en vano, además de ser un experto conocedor de su obra, asistió a muchos amaneceres de fiestas de fiestas privadas en las que se embriagó con su arte. Quiso reivindicar el papel de la mujer en el cante en la figura de estas dos hermanas, que no aceptaron el rol tradicional y lucharon a su manera oponiéndose a cobrar menos por ser mujeres o impidiendo ser tratadas con menos dignidad que el resto de artistas. Instó a que fueran objeto de estudio en colegios e institutos para perpetuar su memoria y solicitó expresamente a las instituciones que otorgaron los galardones que atesoran, que salvaguardaran con urgencia el patrimonio sonoro de Fernanda y Bernarda, comprometiéndose a la reedición de su obra completa.

Fernanda es creadora de sus propios estilos. El duende tallado en forma de mujer que, en consecuencia, no es una vuelta a los orígenes, sino el principio mismo de lo jondo. Fue en su tiempo la guía espiritual de los que se tenían por muy flamencos, pero hoy es un bien del mayor Interés Cultural, que debiera ser protegido y divulgado porque forma parte del patrimonio cultural de España.